La historia de Patricia

Patricia tiene 24 años y hace 1 año que acabó sus estudios de Turismo. Los idiomas nunca han sido su fuerte y por ello tuvo que repetir un par de años. Durante el tiempo que permaneció en la Universidad, sus padres le pagaban todos los gastos, por lo que no tuvo que ponerse a trabajar. Disponía de mucho tiempo libre.

Empezó a fumar tabaco con 13 años, cuando todavía estaba en el colegio. Su abuelo siempre había fumado y nunca había estado enfermo. Eso del cáncer de pulmón era un “rollo para asustar”. Después una amiga le animó a que lo mezclará con marihuana y descubrió que la marihuana le quitaba los dolores menstruales y que era buena, en general, para quitarle cualquier tipo de dolor. Además, como la cultivaba su amiga, no había ningún problema para conseguirla y era una sustancia sana.

No conoció otras drogas hasta que no empezó la Universidad. Recuerda que su primer contacto con la cocaína fue en una fiesta, cuando fue al cuarto de baño. Allí se encontró con un gran charco de sangre. Pensó que alguien se había cortado con algún vaso, pero no había oído nada al respecto. A pesar de que sabía que había una chica que había consumido mucha cocaína, ella pensó que el sangrado abundante no tenía nada que ver. La cocaína no podía producir aquella sangría.

Luego hubo más fiestas y se animó a probar el speed. Pensó que no era una droga tan fuerte como la cocaína, ya que era más barata. Enseguida descubrió que bajo sus efectos, se le pasaba el hambre y que comía menos. Empezó a consumirla de forma más habitual y le habían dicho que adelgazaría sin más consecuencias. Ella sabía que no había enganche al speed. No conocía a nadie en tratamiento por consumir speed. Su consumo era sólo para divertirse, no como el de las mujeres que iban a su gimnasio, las cuales consumían esteroides para sacar aquellos músculos horribles.

En tercero de Turismo, conoció a un chico que le animó a probar la cocaína y el crack, sustancias que él consumía. El crack lo dejó porque le quitaba el deseo sexual. Ella sabía que no se iba a enganchar a la cocaína, porque esta sustancia le daba miedo y se propuso controlar su consumo. Sólo consumía cuando estaba con su novio y sólo si éste tenía para ella. Se quedó embarazada. No se lo podía explicar. Una amiga que consumía heroína le había dicho que no había problemas con la menstruación, ¿por qué iba a tenerlos ella por la cocaína? La regla le había cambiado por el estrés del último curso. En otras ocasiones, había consumido éxtasis, y no había tenido cambios con la menstruación. Además, su intuición nunca le había fallado. Pensó que había sido un accidente y que a veces, una se queda embarazada sin más explicación. No pensó que se tenía que hacer pruebas de Sida y Hepatitis hasta que no se lo sugirió el ginecólogo.

A continuación y después de leer este breve relato, tienes la oportunidad de indicar la información errónea que has detectado, respecto a las drogas: